domingo, 5 de julio de 2009

Nicanor Parra - 1914


Formidable alquimista de las letras libres, Nicanor Parra somete el intelecto a laborioso trabajo tantas veces como se retome la lectura de sus antipoemas.Congruente con una realidad que jamás se asoma pero que tampoco permite intervenciones sin solapamientos, la retórica del cambio, que él maneja, juega intespectivamente con éxito su rol reformista, quizá, con la única herramienta disponible de las diferencias: su recalcitrante inconveniencia.
Este poeta del descaro nos lanza un doblez semiótico, munido de la sublime estrategia del limpio coloquialismo. ¿Un enervado inconforme; copista histrión de las insignificancias eternas, que balbucea su descontento agachando la cabeza sin atreverse a afrontar los cambios? No. Únicamente quien demuele los absurdos nichos ortodoxos del vocabulario retórico, valiéndose de los insolentes ilegalidades de la dicción popular.
Los antipoemas son hijos legítimos del habla cotidiana, los slogans publicitarios, las conversaciones familiares de sobremesa. Beben de esa contemporaneidad para dejarse contextualizar, en manos de Parra, como instantes discursivos que poseen, en intrínseco, la estoica ironía de la falta de herencia poética (no de la normativa academicista de tendencias literarias anteriores).Este magnífico escritor se vale del mundo simbólico, no de aquel sumido en la vaguedad "compleja", implícita en los convencionalismos de la composición, sino de ese renuente tácito que sugiere, entre otros, la publicidad.
Parece que la idea del pictograma acompañara a la construcción de cada uno de sus poemas; Parra es uno más, que mediante telegramas rítmicos, imágenes rotuladas, entrecortes semánticos y desacomodos sintácticos, corroe el absurdo existencial, atreviéndose a más que a una somera descripción del acontecer: la crítica se transforma en su causa específica, la que espera arribar, incólume, a la finalidad tajante de tomar nota de las taras humanas, para poder deshacerlas y proseguir "sobreviviendo".No existe un mejor momento que el actual para pasear por los Artefactos Visuales de Nicanor Parra. Es su lúcido y heroico replanteamiento de esta realidad tan híbrida lo que lo catapulta como uno de los mejores pensadores de las humanidades hispanoparlantes.
Ver el mundo a través de sus ojos nos quita los velos; tal vez luzcamos como parte de la maquinaria rota, pero si somos capaces de digerir su obra, indudablemente saldremos más despiertos.
PARRA Artefactos Visuales, Exposición; Universidad de Concepción, Chile, 2002.
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