lunes, 5 de julio de 2010

Ojos negros - María Torres Frías

No son pupilas azules
las que mis cantos inspiran,
ni he delirado en mis sueños,
con las verdes peregrinas;
las que yo adoro y me encantan,
son ésas, ¡ay!, renegridas,
que hablan de penas ocultas,
y de inquietudes sombrías
y de tinieblas eternas
y de amargura infinita...
Ésas que visten de luto,
y que vierte cuando miran,
fulgores raros, extraños,
que el alma turban y agitan,
esas sultanas hermosas,
que siempre viven sombrías,
y son profundos abismos,
donde las sombras anidan.
¡Alza tu copa y brindemos
por las más negras pupilas,
por el horror de las noches,
y por las almas cautivas;
por los misterios profundos
que la mente no descifra,
por los volcanes que abrazan,
y por los bardos que riman
de pavorosas tinieblas
y de penas infinitas..!
¡Por lo más negro y más hondo
que existir pueda en la vida,
y por todo lo que sea
bello, como esas pupilas,
misteriosas, enlutadas,
nidos de oscuros enigmas,
que en secreta red de sombras,
los corazones cautivan!

Otoño de 1900. "Los Álamos" en Salta.
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