Con sus dos ojos pesados y ciegos y listos;
Sus dos manos cruzadas bajo el pecho
Una a una.
Láncela en la pálida víspera,
Con sus repentinas lágrimas y árboles de abedul de blanco papel;
Y déjela pasar como pareciendo ser
Una con calma.
Sáquela de esta hora de pena,
Y suelte tierra sobre ella, como un aliento,
Cósala tiernamente, que ella puede
¡Cosechar su muerte!
Y cierre sus ojos, cierre sus labios,
Porque aún, demasiado todavía, está su lengua golpeada;
Su hora, su aliento ha pasado,
Y su canción es cantada.
Póngala bajo la silvestre hierba roja
En los campos sacudidos por la muerte y encorvados por la lluvia;
Y deje a su silencio parecer moverse
En el interior del grano.
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Lay her under the rusty grass,
Whith her two eyes heavy and blind and done;
Her two hands crossed beneath her breast
One on one.
Lay her out in the paling eve,
With its sudden tears and white birch trees;
And let her passing seem to be
One with ease.
Close her out of this hour of grief,
And casting the earth on her, like a breath,
Sew her tenderly, that she may
Reap her death!
And close her eyes, close her lips,
For still, too still is her smitten tongue;
Her hour's over, her breath has passed,
And her song is sung.
Lay her under the wild red grass
In the fields death-tossed and bowed with rain;
And let her silence seem to move
Within the grain.
Barnes, Djuna; Collected Poems with notes toward the memoirs, University of Wisconsin Press, 2005.
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